sábado, 29 de diciembre de 2007

De puño y letra


Este post empieza un poco a cerrar el año y, por lo tanto, no pretende ser un post razonador, ni arengador. Este post quiere ser interactivo, más que otros, quiere diálogo, quiere dar más lugar a los gustos de cada uno.
Los más observadores y asiduos visitantes del blog habrán visto que en el costado izquierdo del mismo armé algunas “secciones”, por llamarlas de algún modo. Una de ellas se llama “Frase célebre de estos días” y en ella transcribo esas palabras que me quedaron resonando porque me dicen algo, generalmente fuerte o conmovedor. Son esas palabras que me hubiera encantado escribir a mí, puestas en las plumas de los maestros. Son esas voces que merecen ser conocidas por todos, a mí criterio, claro está.
Como las fui cambiando a lo largo de los días, quería como cierre del 2007, que cada uno de ustedes elija la que más le gusta de toda la lista, que transcribo abajo, que incluye desde la primera hasta la actual. Luego veremos cuál es la más votada: la gran frase célebre del año.


Ahí va la lista:

1) “En un mundo de gusanos capitalistas hace falta mucho coraje para ser mariposa” Lohana Berkins

2) “A veces soy como el río llego cantando y sin que nadie lo sepa, vida, me voy llorando” Atahualpa Yupanqui

3) “Hazte sol cercano en la distancia, hazte en mi recuerdo un leño y quémate en mi interior. No quiero tener más noches frías, ni poder tan sólo en sueños despertarme junto a vos” Jorge Fandermole

4) “Quien no fue mujer ni trabajador piensa que el de ayer fue un tiempo mejor” María Elena Walsh – Chico Novarro

5) “El tiempo, maldita daga, lamiéndonos los pies” Fito Páez

6) “Recuérdenme hijitos míos, recuérdenme en el asombro, recuérdenme en la alegría con que vivimos después de todo” Teresa Parodi

7) “El pueblo es como el río, no hay muro que detenga sus furores” Teresa Parodi

8) “Yo digo que no hay talante más claro que el ir desnudo, pues cuando se tiene escudo, luego se quieren los guantes y al que diga que me aguante debajo de una sotana, le encajo una caravana de sentimientos, de sentimientos gigantes” Silvio Rodríguez


9) “Mirando correr el río... me dije casi en silencio, vas a tener que andar mucho para ganarle a mis sueños” Cholo Aguirre

10) “Dicen que la culpa de la cara no la tiene el espejo” Liliana Felipe

lunes, 24 de diciembre de 2007

Teresa Parodi - Otras cosas


Ya lo dije en el post anterior, la navidad me genera contradicciones. Protesto, pero capaz me agarra y voy a comprar regalos... Así que ya que estamos de regalos voy a regalar un disco, para que el que quiera, se lo baje, lo escuche, lo disfrute. La elección esta vuelta no corrió por cuenta mía, surgió de una charla con mi amigo Adrián. Él hace años que no escucha este álbum y yo le prometí colgárselo en el blog para que lo baje, así que acá está. Por esta razón esta vez no puedo hacer un comentario tan exhaustivo del disco en particular. Sí puedo decir que lo que más admiro de Teresa Parodi es su capacidad de escribir historias con nombre y apellido. No es lo mismo hablar de "la soledad" que hablar de la soledad de alguien. Las historias cuando tienen cuerpo son mucho más intensas.
Además de eso puedo decir que la versión de "El otro país" con Teresa y Silvina Garré, es sencillamente maravillosa, preciosa, intensa, bella: ME ENCANTA!
Este disco, también trae el tema "Carta abierta para que un día vuelvas" que Teresa cantó en uno de los shows que hizo sola en el ND Ateneo y explicó que era para una amiga que había tenido que exiliarse en la última dictadura y que había quedado tan enojada con su país que no quería ni escuchar hablar de él, mucho menos volver! Teresa le quiso escribir una carta, que le salió con letra y música. Le mandó el disco a su amiga, con la canción y ella luego volvió a la Argentina.
Otro tema HERMOSO es "Cielo de Mantilla" o "Bajo el cielo de Mantilla". Yo lo puse en el post "Buenos Aires y yo". Es estremecedor por la relación entre el protagonista y su tierra, por la necesidad de reconocerse en su lugar.
El rancho de la Cambicha es un hermoso chamamè bien litoraleño, de esos que me gustan tanto!
Este disco, de 1989, nunca fue editado en CD, por lo tanto algunos temas tienen sonido bien masterizado porque aparecieron en compilados, pero otros están levantados de vinilo, por lo cual el sonido es un poco desparejo, pero es lo único que hay, no está nada fácil encontrar estos audios. Yo se los tengo que agradecer a Iniaki, a quién le debo gran parte de mi colección, casi completa, de Teresa.
Espero que disfruten de este regalito que deja Papá Noel en el blog y les quiero proponer que ustedes mismos pidan los discos que les gustaría que yo cuelgue, a través de los comentarios, si yo los tengo los iré subiendo junto con los que yo elijo para compartir, una forma de hacerlo más interactivo. La única consigna es que los discos no estén disponibles para la venta en disquerías...

Lista de temas:


01 - Escena primaveral
02 - El otro país
03 - Aquel olor a jazmines
04 - Para Àngeles Martínez
05 - Carta abierta para que un día vuelvas
06 - No te vayas todavía
07 - Florecita del campo
08 - Preludio en sol mayor para que Juan se duerma
09 - Cielo de Mantilla
10 - El rancho de la Cambicha
11 - Véngase aquí compadre

jueves, 20 de diciembre de 2007

Negra navidad


Detesto la navidad! Me molesta la mire por donde la mire. Ya probé variantes: pasarla con la familia en mi casa; pasarla con la familia en casa de la familia; pasarla con amigos en la playa. Pero nada de eso es suficiente. Es evidente que vaya donde vaya el problema me sigue, la crisis está en mí. Hay una mezcla de mandatos, de tradiciones, de festejo impuesto, de festejo elegido que nunca me empata adentro.
Estamos todos ahí porque queremos realmente estar? Pero, al mismo tiempo, podríamos dejar de hacerlo?
Me da vergüenza decirle a la gente “Felices fiestas”. Cuando me lo dicen no sé qué responder, ni cómo hacerlo. Me siento entre incómodo y ridículo en esos momentos.
Me produce mucho odio y hasta ganas de romper todo ver los negocios, los árboles, las casas y todos y cada uno de los rincones invadidos y saturados por lucecitas, musiquitas y merchandising navideño!!!!!!!
Me enferman los que se gastan fortunas en petardos para competir con el vecino a ver quién tira más y mejores.
Los mejores recuerdos de las navidades son las horas en que mi tío ponía un pan en la ventana y esperaba a que yo me distraiga, con mis 4 o 5 años, para sacarlo de ahí y hacerme creer que Papá Noel se lo había comido. O a las 23.45 hs., cuando la ansiedad de los regalos me carcomía y mi abuelo me llevaba a hacer tiempo a la esquina. Lindos recuerdos, pero lejanos. Las fiestas me molestan igual, son días casi inexplicablemente tensos.
Encima la navidad, semejante paparruchada religiosa, me resulta un total sin sentido. El año nuevo es totalmente distinto, pero ya escribiré sobre eso, porque ya lo dije: me molesta, pero no puedo dejar de hacerlo… y eso hace que me moleste más… sí, ya lo sé en estos días me pongo medio gata flora, que se le va a hacer!

Navidad
(Alejandro Sergi)

Yo que tú ni me acercaría a mí
cuando las luces vienen y van
regalame algo de soledad.

Hoy es el día en que todo mal
no quería pero navidad llegó
y nada me deprime más.

Es como si algo de mí
cierre la puerta que ayer abrí
Aunque golpees nunca estaré
estoy hundido en mi jardín.

Va a ser mejor
que dejemos unos días
yo quiero pensar un poco
lo que tengo que hacer
y justo hoy, mejor no decidir nada
podría arruinarlo todo
si no tengo noción.

Es algo mucho más fuerte que yo
no puedo hacerme entrar en razón,
sabes que esto no me hace feliz.
(Aunque lo entiendas así)

Hay una voz dentro de mí
que me recuerda que te mentí
suena peor en la canción:
No es para tanto pero igual si.

Va a ser mejor que dejemos unos días
yo quiero pensar un poco
lo que tengo que hacer.

Y justo hoy mejor no decidir nada
podría arruinarlo todo si no tengo noción.
Que fuiste tu a quien he sentido mía
la que perfumó mi vida
con un sueño de flor.

Yo sé que soy, digamos algo inmaduro
pero es la manera en yo entiendo el amor

lunes, 10 de diciembre de 2007

Música siempre está

El sábado por primera vez canté en público. A pesar de los muchos nervios lo disfruté. No me interesa ser cantante (tal vez sería aspirar a demasiado) me conformo con poder cantar y que el que le toque en suerte escucharme pueda disfrutar la escucha. No podría vivir sin cantar, sería muy infeliz así.
Les comparto los videos de las canciones que canté...

Zamba para olvidar de Daniel Toro



Resumen de noticias de Silvio Rodríguez


miércoles, 5 de diciembre de 2007

El muerto se fue de rumba


La interacción con los amig@s, los padres, los vecin@s, los compañer@s de trabajo y con la sociedad toda, exige que cada uno de nosotros establezca un lugar desde donde abordar al otro, desde donde posicionarse, afianzarse y participar de ese devenir cotidiano al que simplemente llamamos vida. Esos lugares que cada uno construye responden a las demandas sociales que se encuadran en esa interacción. Es así que deben brindarnos la posibilidad concreta de establecer vínculos sostenibles con todos aquellos con los que cada uno se quiera relacionar. Esos lugares, que son lugares comunes (por pautados y por sociales), son los que determinan la identidad o posicionamiento como “ente” identificable, único e irrepetible de cada uno de nosotros en el medio que nos rodea. Estos lugares comunes, están construidos según determinadas pautas legitimadas socialmente que cada sujeto debe seguir en función de detentar una identidad que el colectivo social abordará como legítima, verdadera, valiosa, sana, normal, respetable, entre otras.
La posibilidad de discurrir como subjetividades deseantes, múltiples, diversas queda frustrada en tanto cada sujeto se enfrenta con la necesidad de pertenecer a una inmensa mayoría que con una voracidad insospechada devora las particularidades de cada sujeto en función de la construcción de un patrón de identidades posibles. Este proceso de adaptación, de subyugación y de diferencias borradas, implica necesariamente esconder todo aquello que no responda a las normas sociales imperantes. En ese acto de esconder, es que se constituye la idea de un closet o armario en que se guarda todo aquello de uno que no es socialmente mostrable, pronunciable, aceptable y por lo tanto no pasible de hacer circular y poner de manifiesto como potencialidad creadora y generadora de crecimiento.
Ahora bien, ¿por qué pensar específicamente en un placard o armario? Es parte del folklore popular el dicho “Todos tenemos un muerto en el placard”, entonces podemos pensar a ese muerto como aquella identidad a la que no hemos dejado vivir por responder al “deber ser” impuesto por la sociedad en que vivimos. Ese muerto, eso que tenemos guardado o escondido es la representación de lo sórdido, es lo que está signado por la dupla prohibición – castigo, lo indecente y moralmente peligroso, y por lo tanto lo que excluye y margina al sujeto en cuestión. Debemos considerar que existe sociedad en la medida en que existe simbología, representación sígnica de la realidad y consenso a partir de ello, como acto fundacional de la cultura. En este sentido, debemos tener en cuenta que la valoración negativa de un conjunto determinado de modos de ser, situarse o ejercer el deseo, instrumentada desde la palabra, tiene un alcance fundamental e intrínseco en el sujeto ya que la palabra es el acto constitutivo primero del sujeto como tal. Entonces, si la palabra es un acto constitutivo de mundo posible, la palabra negada es la palabra imposible y en consecuencia el mundo que no se puede vivir. La posibilidad de abrir el placard, es decir de mostrar el mundo oculto, dependerá de la palabra, de decir lo impronunciable, y en ese sentido es un acto de transformación radical del mundo, transforma el mundo imposible en posible y, por lo tanto, es un acto fundacional en sí mismo.
Asumir el riesgo de incidir en la realidad a través de la enunciación es prácticamente una tarea cuasi titánica, pero posible. Hay que luchar cuerpo a cuerpo contra miedos, frustraciones, desvalorizaciones, (auto)mentiras, palabras que resuenan negativamente y que, para peor, muchas veces fueron pronunciadas por nuestros seres más queridos y entrañables. Toda una historia de imposibilidades y sueños más o menos realizados confluyen como empujes y contrapesos que simultáneamente invitan y rechazan que, como un volcán, la palabra erupcione urgente e impostergable.
El “coming out” es el acto de apertura de ese placard, es la pronunciación, es la constitución del nuevo sujeto. Este concepto proviene de la voz inglesa “come out of the closet” que en castellano se traduce como “salir del armario”. La apertura de ese closet es lo que nos interesa pensar, ya sea desde los alcances que tiene, como de las posibilidades de ser concretada en la sociedad en la que vivimos actualmente.
Retomando el movimiento de apertura del armario, considero importante señalar que la pronunciación y apropiación de lo negativo conlleva la transformación de la carga valorativa puesta sobre lo antes oculto en el placard, positivándolo. Al cambiar dicha carga se construye otra realidad y por ende el sujeto funciona socialmente desde otro posicionamiento y pone en crisis los lugares comunes al ejercer lo imposible, lo nefando, es decir lo que no se enuncia y lo que da repugnancia. La construcción de nuevas realidades, el nuevo espectro de posibilidades ponen al sujeto como actor de sus propias circunstancias y sucesos y por lo tanto dotan de vida al muerto del armario, que ahora comienza a vivir como un sujeto deseante. Nuestro muerto empieza a ver la luz, la explora, decide, superó la clandestinidad. Ya no está quieto, ahora camina, baila. Nuestro muerto se fue de rumba diría la canción. Este muerto ya no está estanco, podrido, ni lleno de moscas. Ahora opera sobre la realidad, va con su música por todas partes y deambula por la calle entre la gente. Nuestro muerto ya tiene vida.
En esta idea de movimiento, es muy interesante y conviene acotar, en función de pensarla con mayor detenimiento, que “Coming out” es un gerundio, es decir una acción en transcurso, un discurrir en el tiempo. De este modo es que el tránsito de lo oculto, transformando la realidad, se plantea como infinito ya que se reactualiza con cada persona o ámbito nuevo en que interactuamos.
El coming out de un sujeto conlleva que al contacto con el otro ya sea amig@, familiar, compañer@ de trabajo, etc. éste último deba poner en cuestionamiento sus prejuicios, valoraciones y miradas sobre lo diferente que implican una desestabilización de lo preestablecido. Esto es así ya que en el acto mismo de la enunciación cada vez que se dice “yo” entonces se postula un “tú” y un “él” que existen sólo en función de esa primera persona. De ahí se desprende que cada vez que “yo” se transforme necesariamente deberán hacerlo “tú” y “él”.
Como dijimos anteriormente, son muchas las pautas legitimadas socialmente que cada persona debe cumplir si quiere acceder a ciertos “beneficios” que ofrece nuestra sociedad a cambio. Así, ser heterosexual, o sea preferir a personas del sexo opuesto, es una de las características de lo que se conoce como “Héteronorma”. La héteronorma implica no sólo ser heterosexual, sino también la manera de comportarse. Así, para acceder a los beneficios civiles del matrimonio además de elegir a alguien del sexo opuesto, hay que prometerle fidelidad, convivencia, descendencia, amor eterno, etc. Es decir hay que acogerse (¿o no cogerse?) a las reglas que implican hacer del amor y su discurrir una institución, que como tal es fija. Poder reflexionar estas cuestiones y confrontarlas con la realidad deseante de cualquier sujeto implica ver que los armarios donde guardar la subjetividad identitaria son muchos y cada puerta que se presenta requiere ser abierta con mayor o menor facilidad. Esto hace del coming out un proceso ad infinitum, es esa necesidad de no estancarse, sino de afianzarse, de no detenerse, sino de avanzar.
Sería incorrecto dejar de lado que este proceso, este paso hacia una instancia de circulación social desconocida suele venir acompañada de complicaciones relacionadas con los espacios de sociabilidad del sujeto en cuestión. La soledad como amenaza y la falta de actores que sirvan de soporte o sostén frente al peso del cambio, a través de grupos de contención y pertenencia son dos variables generalmente presentes en este tránsito. Es amenazante la aparente fragilidad del yo frente a la coacción del colectivo social, frente al peso del hecho social.
Si tomamos la salida del closet en nuestra sociedad actual, aparecen diversas y novedosas variables que hasta hace unos años eran impensadas. En primer lugar, el auge de internet posibilita un acceso a la información antes inédito. Esto permite que un adolescente utilizando cualquier buscador o sala de chat ya puede estar en contacto con iguales, aunque sea virtualmente. Así, también se facilita la posibilidad de conseguir direcciones de lugares adonde acercarse a buscar información o conocer gente.
No se puede ignorar tampoco que nuestra sociedad “light” superficialmente es más permisiva con las parejas del mismo sexo, ya no tanto con las travestis o trans. Así, ya no es tan raro ver hombres o mujeres besándose en tv en horarios centrales, Florencia de la ve es primera vedette en calle corrientes y el grupo Miranda! juega con la ambigüedad mostrando hombres “heterosexuales” con brillitos en la cara. El corrimiento del modelo rígido de años anteriores facilita que la salida del closet sea cada vez más precoz y menos problemática, aunque no por ello inocua.
Como conclusión de este trabajo quiero decir que la única forma de ser normal es siguiendo nuestra propia norma, la de cada uno y que esa norma no es más que el resultado de todo aquello que uno pueda construir explorando sus fueros más internos y echando luz a los costados oscuros. Abrir cada armario que uno construye es una tarea tan ardua como satisfactoria. Construir la propia realidad es tocar la propia música, es un acto de liberación genuino, es aquello por lo que vale la pena vivir, es responder a la negatividad con orgullo, es ser únicos, irrepetibles y maravillosamente singulares.