jueves, 29 de mayo de 2008

Julia Zenko - Vital


SOBRE JULIA

Julia Zenko es una de esas artistas talentosísimas que cada tanto surge en la Argentina y que, sin embargo, nunca parecen del todo ajusticiadas por el reconocimiento que logran en su país, aunque sí logran gran éxito (y éste es el caso) en diversos escenarios de América y Europa. Dueña de un caudal de voz impresionante y dotado de los más refinados matices, Julia ha puesto sus virtudes vocales al servicio de numerosas piezas de nuestro cancionero, logrando exquisitas versiones de clásicos como “El último café”, “Sin piel” o “Los pájaros perdidos”.
Mientras analizaba qué fue lo que dificultó el reconocimiento del talento de esta sólida cantante, pensé que una de las posibles explicaciones era una inapropiada elección del repertorio. Su carrera está estructurada en dos etapas claramente diferenciadas en este sentido, con un disco de transición y una breve incursión en el género infantil. La primera de ellas comprende desde 1983, año en que se editó su álbum debut, titulado “Vital”, hasta 1992, año de grabación de “Así va la vida”. Durante esta fase Julia interpretó, fundamentalmente, baladas de autores como Mario Schajris o Alejandro Lerner, entre otros. Dichas baladas están inscriptas en una estética musical y letrística, claramente ligada a los primeros años ‘80.
Hacia mediados de la década del ’90 Julia inicia una etapa de exploración musical, que demuestra su versatilidad interpretativa y graba un disco que marcaría una transición en su carrera. “Sin rótulos” es el sugerente título que elige para este trabajo y, por primera vez incluye tres tangos para integrar el repertorio. Convocada para protagonizar la opereta “María de Buenos Aires” de Ástor Piazzolla y Horacio Ferrer, Julia consolida su expresión en el tango hasta consagrarse como una de las nuevas intérpretes más talentosas del género y así inicia la que sería la segunda etapa de su carrera. Esto le posibilita la grabación de “Julia de Buenos Aires” y “Tango por vos”, trabajos que la llevan por los más importantes escenarios de la Argentina y Europa, a la vez que continúa, con notable éxito de público, con las presentaciones de la opereta.
En el año 2006, presenta el que, hasta el momento, es su último registro discográfico “Vida mía”. Este trabajo cuenta con una equilibrada selección de tangos y baladas clásicas, que logran unicidad en los matices vocales de Julia y la exquisitez de los arreglos para piano de Sonia Possetti. Además, participan de este trabajo sus hijas, Laura y Elis.
Actualmente Julia acaba de finalizar la presentación de “María de Buenos Aires” en el Teatro Nacional Cervantes, junto a Horacio Ferrer y Guillermo Fernández.


SOBRE EL DISCO

En esta ocasión presento el álbum debut de Julia Zenko, titulado “Vital” de 1983. Existe una edición en formato CD de este trabajo pero, sin embargo, ni siquiera los archivos mp3 circulan por la web, así que éste será un relanzamiento. Este material lo armé reuniendo todos los temas que estaban disponibles en recopilaciones y masterizados para su edición digital. Los audios faltantes los obtuve digitalizando desde mi casete. Por esta razón, si bien el sonido es relativamente parejo y medianamente bueno, hay algunas diferencias perceptibles. Sigue siendo necesario obtener el ripeo directo del CD.
Además, el archivo cuenta con el arte de tapa original escaneado en alta resolución de tapa y contratapa de la edición en vinilo y tapa e interior de la edición en casete. El arte del CD no está, ya que no lo tengo. Si alguien puede ofrecerlo, sería bárbaro.
Espero que disfruten este disco y nunca está demás dejar las gracias cuando alguien se lo baja para escucharlo.

Lista de temas:

01 – Escapando (Gabriel Ogando)
02 – Carta de un león a otro (Chico Novarro)
03 – Chacarera de los pagos (Alejandro Lerner)
04 – Se nos fue de las manos (Marcelo San Juan – Norberto Minichilo)
05 – Por amor a la vida (Miguel Loubet – Rubén Aguilera – Daniel Verdino – Otero Wilson)
06 – La vida es una buena idea (Litto Nebbia)
07 – Solitaria (Martine Clemenceau – Rubén Aguilera – Otero Wilson)
08 – Cielo cerca (Fernando Porta)
09 – Serás feliz espero (Fernando Porta – Marcelo San Juan)
10 – Siempre pienso en ti (C. Minneliono – D. Farina – Rubén Aguilera – Otero Wilson)

Artistas invitados:

Alejandro Lerner – Cortesía de Raviol Records, una div. De Musidisc Europe (Argentina)
Rubén Rada – Cortesía de Sicamericana SACIFI Sazam Records
Marcelo San Juan


Bajar el disco

lunes, 19 de mayo de 2008

Grito gigante

Es raro que yo dibuje. Casi nunca lo hago. No es un lenguaje que me llame la atención para expresarme yo. Sí me encanta mirar dibujos. Y no sé dibujar.... al menos no como los que lo hacen bien. Sin embargo el día que cumplía mis 26 años, mientras hablaba por teléfono en la oficina, agarré una birome negra y un pedazo de papel que había por ahí. Empecé a jugar con los trazos, uno tras otro, hasta que quedó este dibujo al que bauticé como una canción de Celeste Carballo: "Grito gigante". Una compañera me dijo que era hermoso, tanto que se lo regalé. Nunca más recordé que mi dibujo existía hasta hace unas semanas. Estaba en su casa y decidimos cantar, abro la carpeta con el cancionero y cayó el dibujo en mis manos. Fue casi como si lo hubiera visto por primera vez. Y me gustó. Tiene algo que me identifica, que me hace dar ganas de mostrarlo, de compartirlo.



Grito gigante
(Celeste Carballo)

Busco los rastros de mi pasado
no encuentro nada,
lo tengo olvidado.

Perdí las paredes de mi casa
en el campo.
Un hombre silbando,
otro está cansado.

Un aire de España,
un viento del sur,
un campo de trigo,
una calle sin luz.

Porque llevo adentro
este grito gigante.
Porque la tierra
me pide que hable.

Busco los rastros
de mi pasado.
No encuentro nada,
lo tengo olvidado.

Cientos de manos
cosechando el verano.
Largas historias
para hacer el trabajo.

Cientos de manos
cosechando el verano.
Mujeres y hombres
conmigo cantando.

Busco los rastros
de mi pasado.
No encuentro nada,
lo tengo olvidado.

Busco los rastros
de mi pasado.
En mi propia sangre
lo llevo guardado.

martes, 13 de mayo de 2008

La palabra urgente


“¡No me etiqueten! ¡No me encasillen! -dicen algunas personas- yo amo, nada más, depende de qué ser se me cruce”. Es cierto, no lo pongo en duda, no lo cuestiono tampoco ¿Cómo voy a cuestionar un sentimiento ajeno? Sin embargo me pregunto, ¿Es realmente encasillarse decir que uno es gay/les/bi/trans?
El closet es una forma de tabú, un silencio construido socialmente. Es una prisión sostenida sobre la imposibilidad de poner en palabras los sentimientos, el deseo y el amor.
Cuando uno analiza esto es preciso tener en cuenta dos conceptos fundamentales para discutir cualquier tema de dimensión política, como éste. ¿De qué hablamos cuando hablamos de lo público y lo privado?
La esfera de lo público, en una sociedad, representa todo tema que sea de interés común de toda la comunidad. Aquellos aspectos sobre los que se debe construir un consenso que debe manifestarse en el ejercicio político (sí, sí, utopías, pero así debería ser). La esfera de lo privado, por el contrario, corresponde al ámbito de las decisiones estrictamente personales y cuyo interés no recae en la comunidad. La exacerbación de lo público da lugar a la anulación de las decisiones personales y al control de la totalidad de los aspectos identitarios y por ende deviene en una dictadura. La exacerbación de lo privado da lugar a formas de individualismo y descompromiso con el otro.
¿Y por qué hacer público algo como la sexualidad o el deseo de uno, que parecieran pertenecer a la vida privada? Sin dudas que el desear es un discurrir que pasa por dentro de cada cuerpo y que eso no está sujeto a reglas, ni a etiquetas, ni siquiera se ata a palabras. Pero más allá del deseo, están las decisiones y políticas puntuales y específicas que exigen nuestra toma de posición. Imposibilidad de donar sangre, de heredarse, de casarse, de adoptar, de tener hijos, entre otras, son algunas manifestaciones legales concretas que tienen que ver con la construcción de una política determinada y sobre la que es necesario –y urgente- intervenir.
En una sociedad que silencia la homosexualidad, haciendo que todos tengamos que “decirlo” en algún momento de nuestras vidas, con las correspondientes consecuencias, proclamarse públicamente ¿¿¿puede significar etiquetarse??? ¿¿¿puede implicar ser encasillado??? ¡¡¡De ninguna manera!!! Es tomar posición política, es intervenir y sobre todo es aportar a construir y sumar palabras para la destrucción de una mordaza que lleva siglos.
Hay palabras que sujetan y hay palabras que liberan. Que hoy diga acá “Hola lector, yo soy gay” a mí me permite ubicarme, situarme y, desde ahí empezar a jugar, a participar. ¿A qué juego se juega sin posiciones? ¿Qué debate se puede proponer sin pronunciarse? Vuelvo a esa frase genial de Silvio: “ASUMIRSE LOS FUEROS ES NO DICTAMINARSE” y hoy decido participar, decido poner mi voz al servicio del otro y también apostar a que ser visibles puede ser un modo posible de vida, a que las abuelas pueden sentirse contentas de nuestras parejas... A que cuando niños nuestros padres nos dejen jugar con muñecas si así lo deseamos, a que no haya que seguir saliendo del closet porque lo fuimos desarmando entre todos.
La única forma de etiquetarse o encasillarse es, precisamente, asumiendo la ambigüedad y el silencio como una de esas “tantas maneras de no ser”.
Hoy una palabra me hace más fuerte y más feliz. Hoy puedo aportar y sé que somos muchos los que construimos desde donde podemos. Vamos a andar!


Autor: Miguel A. Vesco
Técnica: Acrílico
Medidas: 1,05m x 72cm
Año: 2007

viernes, 2 de mayo de 2008

¿Quién es el puto más puto acá?


Esa primera tarde de caminata con JUANPA17 (o Juan como me gusta decirle) nos llevó desde la Plaza San Martín, por Av. Santa Fe, hasta el Alto Palermo (unas dos horas). Como si él se divirtiera a costillas mías (y sin ser totalmente conciente de lo que me provocaba) Juan me señalaba a cuanta loca suelta anduviera pavoneándose por la calle. ¡¡Y eran muchas!! Podía pararse al lado mío Madame Butterfly que yo la veía como si fuese Sylvester Stallone o Rubén Peuchelle, para los locales. Cuando me avisaban que se trababa nada más ni nada menos que de una mariquita, iluso de mí, respondía un perplejo: “¿¿en serio??”.
Mi urgencia por ir a conocer un boliche era mucha. ¡Estaba ansioso! Ese viernes era la cita. Juan llevaría su novio de aquel entonces y yo a una amiga “paqui” (palabra ya casi en desuso que significa heterosexual en la jerga gay argentina). Llegado el día me vestí todo de negro, pasó mi amiga a buscarme por casa y salimos para el centro. Juan y Leo estaban en la esquina. Primero una caminata para conseguir tarjetas hizo las veces de una visión más acabada sobre lo que podía ser Santa Fe de noche. Había mariquitas con remeras puperas y cola parada para coleccionar. Iban y venían, yiraban. Empezaba a verlas.
A Oxen llegamos temprano. Yo conocía el boliche en su versión hétero “La France” pero igual era como si nunca lo hubiera pisado. Los nervios, las emociones, la ansiedad me tenían con el alma en vilo, no podría reconocer nada. Pasado el molinete de la entrada Juan me dice “esto es un beso gay” e irrumpe en su novio dándole un generoso beso de lengua. Nunca abrí tan grandes los ojos, no podía dejar de mirar.
Pasaban las horas y la gente iba llegando. Putos visiblemente manifiestos, gestos amanerados. En un rincón cuatro mariconas ensayaban el pasito del tema de moda. Pibes jóvenes y no tan jóvenes. Todos en un discurrir que les resultaba cotidiano y, entre ellos, yo que seguía mirando como tratando de entender, con algunos resabios de miedo, otros de homofobia que persistía en quedarse.
Entrada la noche suenan los latinos, siempre fueron los que más me gustaron, y Leo me agarra de las manos. Me saca a bailar. Era la primera vez que bailaba con otro hombre. No conforme con eso, decide llevarme y di varias vueltitas. No ganaba para sorpresas, pero todavía faltaba!
En rato más tarde bajan luces y música, todo parece detenerse para dar lugar a un show. Y así fue. Con toda la pompa y el esplendor sale, con toda su belleza, la Barby. Plumas, chistes (que hoy ya me sé de memoria) y el anuncio de que Oxen cumplía un año. Acto seguido el relato de anécdotas de la época de la dictadura cuando se bailaba en las islas del Tigre: “A valorar que un boliche gay cumpla un año” –dijo la Barby- y a mí me quedó grabado y la conquista de ese día me hacía sentir más fuerte. Entre gags idas y vueltas siguió todo, pero el broche de oro llegó cuando ella exclamó desde el escenario: “¡¿Quién es el puto más puto acá?!”. Más de mil voces al unísono gritaron: “¡¡YOOO!!”. No podía procesar más variables por ese día. Definitivamente ya no era el único.