martes, 30 de diciembre de 2008

De puño y letra II


Luego de tantas páginas escritas y compartidas, de tantos comentarios y debates reviso, evoco, releo, quizás hago un balance y pienso que sería injusto, o al menos parcializado, decir que el eje de este blog es sólamente la temática gltb.
Yo no sé si uno puede escapar de la cultura en la que vive, tampoco creo (al menos a priori) que escapar de ella sea lo mejor que podemos hacer. Si pienso, que esta proliferación del copy/paste, promovida un poco por internet, es una forma de ¿comunicarse? que no permite acumular conocimiento. Es la información por la información misma. Es el borramiento de la subjetividad porque nunca se elabora nada. Y quizás por eso es que el eje de este blog también sea la palabra. La palabra como tema, como forma, como medio, como contenido, como apropiación, como recipiente, como invitación, como incitación, como parentesco, como enlace, como posibilidad, como apertura, como posición, como corrimiento, como intención, como construcción humana que exige pero que otorga.
La construcción gltb es en mucho palabra, es la superación de un silencio, de lo impronunciable. Por eso este blog elige la palabra. Por eso este blog también recoge música, autores y voces hechas canción. El lenguaje es una materialidad que se ofrece múltiple y debe ser tratado como tal, para ser múltiples, para no estar vacíos, carentes de sentido, para recuperar lo artesanal y construirse en discurso compartido.
Y porque el discurso compartido es la finalidad, elijo poner a disposición las frases de otros autores que quise destacar durante el 2008 para que todos los que pasen por aquí elijan y voten la que más les guste. Gracias por sus palabras, hacen muy bien!!


1) “Quiero tiempo, pero tiempo no apurado, tiempo de jugar, que es el mejor. Por favor me lo da suelto y no enjaulado adentro de un despertador” María Elena Walsh

2) “Ya comprendo que en la vida se cuidan los zapatos andando de rodillas” Homero Expósito – Héctor Stamponi

3) “Cierto que hay muchas cosas que se pueden olvidar, pero algunas son olvidos y otras son cosas nomás” Alfredo Zitarrosa

4) “No eches en la maleta lo que no vayas a usar, son más largos los caminos pal que va cargao de más” Alfredo Zitarrosa

5) “Buenos Aires, para el alma mía no habrá geografía mejor que el paisaje de tus calles, donde día a día me gasto los miedos, las suelas y el traje" Eladia Blázquez

6) “Por el cielo andarán otros pájaros, éste se queda acá” Silvina Garré

7) “Dice mi pueblo que puede leer en su mano de obrero el destino y que no hay adivino ni rey que le pueda marcar el camino que va a recorrer" Alfredo Zitarrosa

8) “Absurdo suponer que el paraíso es solo la igualdad, las buenas leyes. El sueño se hace a mano y sin permiso, arando el porvenir con viejos bueyes” Silvio Rodríguez

9) "Y en el claro perfil de tu nombre aprendió mi sangre a nombrar el amor" Jorge Milikota

sábado, 20 de diciembre de 2008

María Elena Walsh - El sol no tiene bolsillos



HOMENAJE BIOGRAFIADO A MARÍA ELENA

“El sol no tiene bolsillos, la luna no tiene mar...

¿Por qué en un mundo tan grande habrá tan poco lugar?"

Tal vez esa pregunta haya sido el fundamento, el motor que explica el sentido que guía su vida y que motiva su impulso creativo. Tal vez así se explique su necesidad de abrir espacios. O tal vez sea un poco por salvación y otro poco como una forma de sabiduría ética, recogida de la experiencia y desparramada en amor fraterno. Quizás ese fue el afán que llevó a María Elena a partir de aquel Ramos Mejía, donde "había un cielo entero por donde navegaban las hamacas", para construir caminos en los recovecos más despretigiados por el esnobismo cultural.
Con sólo 17 años publicó “Otoño imperdonable” su primer libro de poesías, que fue aplaudido por los más selectos círculos literarios y que le valió la posibilidad de viajar a los Estados Unidos para formarse junto a Juan Ramón Jiménez. María elena se sintió ahogada, un poco por la convivencia y otro poco por el peso de las formas de creación establecidas. El canon poético y la "alta cultura" esperaban algo de ella, que no era ella misma. Tras su mala experiencia vuelve al país, pero ella ya tenía 20 años y las presiones del entorno se hacían sentir para que cumpliera con los pasos que obligatoriamente debía seguir una mujer. María Elena eligió no casarse.


En 1952 en las calles de Ramos Mejía, su ciudad natal.


Tras una amistad por correspondencia con Leda Valladares, se conocieron en Panamá y viajaron juntas en el “Reina del Pacífico” a buscar otros horizontes en la promisoria París. Pero durante la travesía océanica, dos mujeres sellarían su amor en coplas, zambas y bagualas y formarían un dúo emblemático: Leda y María. María Elena, qué había sido aceptada por poetas como Pablo Neruda, ahora elegía el cancionero tradicional y anónimo del Noroeste Argentino para expresarse a viva voz.
El humilde “Hotel du Grand Balcon” las recibió y el camino recorrido por los escenarios franceses les valió el contacto con grandes músicos de la historia mundial como Violeta Parra o Charles Aznavour y una buena cosecha de discos. Sin embargo, cuando quisieron sumarse al proyecto de Alan Lomax, que recopilaba música folklórica tradicional del mundo, fueron rechazas por su tez blanca y su aire intelectual y europeizado. Así, Leda y María se encontraron con el encorsetamiento de un mundo que nunca acababa de abrirse. Y probaron suerte en la Argentina, que no fue la excepción, pues, según declaró la propia María Elena a Alicia Dujovne, en aquella época sólo había espacio para cuartetos de hombres con bigotitos y las más edulcoradas formas del folklore industrializado.
Leda y María dan un vuelco como dúo y la década del 60 las encuentra presentándose con “Los sueños del Rey Bombo”, “Doña Disparate y Bambuco” y “Canciones para mirar”. María Elena, para el desconcierto de muchos, comenzaba a transitar ahora una de las zonas más menospreciadas por los mentores de la “alta cultura”. Como si el canto popular no hubiera sido poco, se atrevía a refundar un género siempre considerado menor y relegado a los discursos didácticos y moralizadores. Pero la generosidad de su talento puso a la familia Polillal a balconear en los bolsillos para cerciorarse de que la conservadora señora Naftalina no se avecine. Y nos regaló a todos una treintena de canciones y un puñado de libros que nos harían más libres. Y de una buena vez pudimos caer para arriba, comprarnos todo lo que cabe en los espejos y conocer a una mona que es reina. Y todo engalanado con los más bellos ritmos folklóricos tradicionales.



En 1952 junto a Leda Valladares durante una presentación en la televisión francesa.


Pero por ese afán de espiar siempre por un ojal, María Elena eligió seguir su camino por otros senderos, tal vez percibiendo que ella misma podía convertirse en cánon. Y quizás por este motivo y por su forma apasionada de entregarse al amor, fue que, tras conocer a María Herminia Avellaneda, se nutrió de sus formas expresivas (tal como lo había hecho antes con Leda Valladares) y comenzó a mostrar su talento en cine y televisión. Estos trabajos se combinaron con sus últimas producciones infantiles y con los primeros entre una preciosa colección de discos “para grandes”. Los resultados fueron muchos y el largometraje "Juguemos en el mundo" de 1971 y un nutrido repertorio que le valiera el sobrenombre de “la juglaresa”, alcanzan para dar cuenta de una de las fases más prolíficas de su trayectoria. El “Cancionero contra el mal de ojo” regaló himnos como “Serenata para la tierra de uno”, “Como la cigarra” o “Canción de caminantes”, por sólo mencionar algunos.

En 1971 durante el rodaje de "Juguemos en el mundo" en la ciudad de Pasteur.

En 1971 durante el rodaje de "Juguemos en el mundo" con María Herminia Avellaneda.

En 1978 presentándose por última vez como cantante con el show "¡Chau ejecutivos!" en el Auditorio Bauen


La enfermedad cerró el ciclo de la canción y se inició un nuevo párrafo para María Elena. Los años 80 la encontraron luchando por su vida y tuvo que afrontar una larga rehabilitación para superar un cáncer óseo. Pero el amor incondicional de Sara Facio, según declaraciones de la propia María Elena, fue el apoyo y la fortaleza necesaria para salir adelante del mal trance, que le dejó como saldo varias complicaciones motrices. Sin embargo, durante estos años dejó espacio para su creatividad e hizo innumerables participaciones en la prensa, publicó varios libros para niños y hasta incursionó en nuevos géneros como su primera novela “Novios de antaño".


En 1990 festejando sus 60 años con Quino, Carmen Rovira, Irma Costanzo, Sara Facio y Gabriela Massuh

Durante la década del 90 en su biblioteca.


María Elena significa un sueño individual que se proyecta y se multiplica como el amor libre, hasta todo aquel que quiera y pueda recibirla. Y del mismo modo que regala “flores cuadradas”, "cisnes que ladran" o que logra que dos y dos sumen tres, sus 78 años la encontraron dando otro paso adelante en su historia y en su tiempo. Con la sobriedad victoriana que la caracteriza y poniendo el tema como uno más entre todas las formas que tiene de acercarse a su gente, María Elena abrió las puertas de su barco quieto y testimonió sus historias de amor lésbico con Sara, Leda y María Herminia. Es la segunda mujer pública de la argentina que lo hace.
Y yo, que disfruto de su obra y su talento, escribo este humilde texto que es mi buen modo para abrazarla, homenajearla. Porque al conocer algo de su vida puedo comprender su coraje tan mujer, sus búsquedas y también puedo admirarla al comprobar que, al igual que la Juana, María Elena "cuando tiene techo y pan, también quiere la ventana”.


En 1947 mirando por la ventana de su casa en Ramos Mejía.


SOBRE EL DISCO

Tal como detallé en el relato de la biografía la canción “El sol no tiene bolsillos” encierra una pregunta que me parece clave para comprender la figura de María Elena Walsh. Por este motivo elegí el LP homónimo, editado en 1971. Este disco Cuenta con arreglos y dirección de Mario Cosentino, quien acompaña a María Elena junto con su orquesta. Entre los temas más destacados cabe mencionar el emblemático “Vals municipal” que, como una sucesión de postales, es una declaración de amor a Buenos Aires.















Lista de temas:

01 – El sol no tiene bolsillos (María Elena Walsh – Mario Cosentino) Balada
02 – Vals municipal (María Elena Walsh) Vals
03 – Magoya (Héctor Stamponi – María Elena Walsh) Tango
04 – Oración a la justicia (María Elena Walsh) Balada
05 – Si se muere la zamba (María Elena Walsh) Zamba
06 – The Kana (María Elena Walsh) Fox
07 – Balada de la mariposa (María Elena Walsh) Balada
08 – Balada de Comodus Viscach (María Elena Walsh) Balada
09 – Campana de palo (María Elena Walsh) Milonga
10 – ¿Dónde están los poetas? (María Elena Walsh – Mario Cosentino) Balada
11 – Taximetrero (Héctor Stamponi – María Elena Walsh) Tango
12 – Cantar canciones (María Elena Walsh) Balada


Descargar el disco