
Los que venimos de familias machistas y patriarcales con ideas de antaño (y no tan de antaño) sabemos en carne propia que el fútbol siempre fue un elemento para medir nuestra virilidad. Mi familia, machista si las hay, es un fiel ejemplo de esto que estoy diciendo. La mesa se distribuye por género y así se administra la conversación. Los hombres en una punta analizando el penal de Suecia en el segundo tiempo del mundial del 34 contra algún país del África. En la otra punta, las mujeres hablando de los precios de Coto y esas cosas que aprendieron que tienen asignadas. Yo, en el medio sin tener nunca en claro hacia adónde sentarme.
Es increíble como el fútbol permite que salgan afuera todas las cosas que hoy por hoy que somos tan progres, a fuerza de año 2000, serían políticamente incorrectas. Los descalificativos “negro”, “puto” y demás están a la orden del día y con total legitimidad. Testosterona or not testosterona, that is the question… La cosa se trata de poner huevos, de tener huevos y de hacer gala de ellos (ojalá fuera mostrándolos!). Ese es el quid de la cuestión y por eso es que se mide la portación de testosterona de calidad según el rendimiento futbolístico de la persona. Ni hablar, en este sentido, de la vez que en un torneo intercolegial al que me obligaron a jugar, claro, estaba sólo frente al arco y un contrario pateó con toda su furia y la pelota se me venía encima, directo a mi cabeza… era mi cabeza o gol!.... me agaché!! Jajaja… imaginénse que mi testosterona descendió inescrupulosamente ese día! Creo que sin saberlo me recibí de mariquita en el Club Comunicaciones (dónde más!! Si crecí ahí adentro y cuanto de testosterona familiar ahí!!).
En mi caso el contacto con el fútbol ya es casi un destino, por más que quiera zafar, no hay forma… siempre hay fútbol por los rincones de la casa y las reuniones familiares se sostienen a partir de ahí.
Tuve que resignificarlo, hacer algo con él para poder bancármelo, es difícil… siempre hay algo de la violencia que me queda rebotando… Pocas veces sentí tanta alegría como la última clase de gimnasia de quinto año en que supe que fue mi último partido de fútbol!!!
La forma de poner mi mirada del fútbol, entonces, va en ese collage donde se juega mi concepto de la chonguez tal como me gusta verla.
A jugar un picadito mixto de tortas y putos! Eso sí!... que las tortas no peguen, por favor! Yo por las dudas me pongo unas canilleras vio? (jaja me imaginé con canilleras y botines… eso sí que sería travestirme)… En fin… se las dejo picando… y los invito a exorcizar sus experiencias con el fútbol…
Es increíble como el fútbol permite que salgan afuera todas las cosas que hoy por hoy que somos tan progres, a fuerza de año 2000, serían políticamente incorrectas. Los descalificativos “negro”, “puto” y demás están a la orden del día y con total legitimidad. Testosterona or not testosterona, that is the question… La cosa se trata de poner huevos, de tener huevos y de hacer gala de ellos (ojalá fuera mostrándolos!). Ese es el quid de la cuestión y por eso es que se mide la portación de testosterona de calidad según el rendimiento futbolístico de la persona. Ni hablar, en este sentido, de la vez que en un torneo intercolegial al que me obligaron a jugar, claro, estaba sólo frente al arco y un contrario pateó con toda su furia y la pelota se me venía encima, directo a mi cabeza… era mi cabeza o gol!.... me agaché!! Jajaja… imaginénse que mi testosterona descendió inescrupulosamente ese día! Creo que sin saberlo me recibí de mariquita en el Club Comunicaciones (dónde más!! Si crecí ahí adentro y cuanto de testosterona familiar ahí!!).
En mi caso el contacto con el fútbol ya es casi un destino, por más que quiera zafar, no hay forma… siempre hay fútbol por los rincones de la casa y las reuniones familiares se sostienen a partir de ahí.
Tuve que resignificarlo, hacer algo con él para poder bancármelo, es difícil… siempre hay algo de la violencia que me queda rebotando… Pocas veces sentí tanta alegría como la última clase de gimnasia de quinto año en que supe que fue mi último partido de fútbol!!!
La forma de poner mi mirada del fútbol, entonces, va en ese collage donde se juega mi concepto de la chonguez tal como me gusta verla.
A jugar un picadito mixto de tortas y putos! Eso sí!... que las tortas no peguen, por favor! Yo por las dudas me pongo unas canilleras vio? (jaja me imaginé con canilleras y botines… eso sí que sería travestirme)… En fin… se las dejo picando… y los invito a exorcizar sus experiencias con el fútbol…