jueves, 6 de septiembre de 2007

Palabras... palabras... palabras...


No, no soy Silvana Di Lorenzo… nos une ser rubias, pero espero que nada más (conmigo nunca se sabe)… Sin embargo hoy todo el día me acordé de ella. Es que tuve un día extraño, de esos que yo defino como de nubosidad variable. Todo el día pensando en las palabras. Qué pasa cuando las palabras van más allá de lo que necesita decirse? Qué pasa cuando, a falta de silencio, no podemos escucharnos (ni a nosotros ni al resto)? Las palabras pueden invadirlo todo. Las palabras nos convierten en seres culturales, sí… nos diferencian del reino animal, pero hasta dónde llega el simbolismo? Qué pasa cuando la cultura excede la sensibilidad? Qué pasa cuando el cuerpo queda atrás? El músculo, la carne siempre por detrás de la palabra que, ordenando los pensamientos, aboca todo al costado más racional de cada uno… atrás quedan los sentidos.
Imagínense si no existieran los silencios?? No habría música, no habría comunicación alguna.
El pez por la boca muere suele decirse… y claro! El pez se la escribe y se la vende en esos casos y queda preso de sus propias palabras.
El peso de las palabras es fundamental, ya lo sabemos, sin palabras no pensamos, pero sin embargo también las palabras pueden alivianarnos tanto cuando son bien utilizadas, cuando están bien ubicadas. A veces una palabra bien dicha nos da la definición, el concepto que necesitamos para poder transformar nuestra realidad desde el momento en que podemos asequirla.
La literatura es ese espacio, el que permite poner en jaque al lenguaje, el que lo desnuda, lo devela, lo revela, lo corre, le patea el culo hasta que la realidad es otra. Desnudarnos de todo eso es complejo. Años y años de terapia para hacer malabares con las palabras, para descartar las que no sirven y quedarnos con las que nos abren puertas.
Hace varios años ya dije esas palabras que conferían peso real a lo que todos ya sabían. “Mamá, papá, soy puto”… esas dos palabras cambiaron mi vida, me dieron la definición y el posicionamiento necesarios para construir desde algún lugar y rompieron con toda una tradición de silencios que viene de tantos lugares (estado, iglesia, escuela, familia y demás instituciones poco deseables). Desde ahí asumí también la responsabilidad de poner mis palabras al servicio de quien necesitara que lo ayuden a asumirse, de quien necesite alguien que lo contenga para poder decir lo indecible, lo nefando, lo prohibido.
Hoy me ocurrió algo muy grato, hablando de esto, que me dio algunas respuestas que necesitaba. Entró al chat un amigo con quien hacía un tiempo que no hablaba. Él vivía tapado, ni sus amigos, ni su familia, ni nadie que no sea del ambiente sabía de su putez. Horas me pasé machacándole que uno no puede ser uno si los demás no lo conocen, marcando la importancia de poner las cosas en palabras. En ese caso implican la posibilidad concretar de visibilizar, de circular, de existir.
Hoy mi amigo me contó que habló con sus amigos, que capitalizó un espacio a partir de sus palabras y que, además, fue a bailar con ellos a un boliche gay. Me puse muy feliz, algo de las palabras como posibilidad ocurrió ahí y contrapesó todas las reflexiones del resto del día.
Que manera de filosofar! es que el tema es largo y complejo y filosofar me gusta, me encanta... por suerte el blog es un lugar donde las palabras tienen un sentido, tienen un espacio…
Cómo se llevan ustedes con las palabras??? Vivieron la experiencia de ayudar a visibilizarse a alguien??

8 comentarios:

Pao dijo...

Paradójicamente, no tengo palabras Chris...impresionante tu escritura y tus ideas.
Me encantó este texto.

En mi descubrimiento, mis primeras palabras fueron ante vos, gestos, lágrimas y mucha incertidumbre...
Mis dudas hechas preguntas ante vos.
Mis miedos hechos silencios compartidos, sentados en la cama de tu antiguo cuarto, pasando revista de mi historia y, literalmente, de todo material lésbico-gay que anduviera dando vueltas por tu placard...que ya habías abierto para mi.

Y palabras de vos hacia mí, doy fe de eso, en el sentido de que fuiste quien puso el primer oído, el corazón abierto, el discurso liberador y el abrazo para acompañarme en esos momentos.

Lo hiciste también a través de la música, que tanto te define, y me llevaste de la mano con palabras que a la vez eran una música nueva para mis oídos.

Y me acunaste en mis silencios, cuando escuchabamos juntos esas voces femeninas que me cantaban como surgidas desde un tiempo primordial.

Gracias por compartir tus palabras y tus silencios conmigo siempre.

Te quiero

# dijo...

HOLA CHRIS, TU POST SENCILLAMENTE EXCELENTE. MUY BIEN ESCRITO Y ADEMAS CLARISIMO. ME ENCANTA ESTE TEMA. LAS PALABRAS SON HERRAMIENTAS TAN VALIOSAS Y SE USAN TAN MAL QUE DA MIEDO. LA COMUNICACION TIENE A LA PALABRA COMO UNO DE SUS ELEMENTOS, IMPORTANTE. SABER EXPRESAR LO QUE QUERIA EN PALABRAS ME LLEVO POR BUENOS CAMINOS. TE FELICITO!

ABRAZO

Christian dijo...

Hola!!

Pao: Me alegro que te haya gustado.
Es un privilegio para mí que me hayas dejado estar ahí ayudándote a decir, a ser.
Cuando yo me asumí no tuve la suerte de que alguien asumido me ayudara a hablar, o simplemente hablara de sí mismo como para que yo viera que eso era posible. El camino me lo tuve que hacer sólo en ese sentido. Después vino Juan Pablo y me ayudó con todo lo demás.
Desde mi experiencia siento que cada vez que pueda ayudar a alguien a asumirse lo voy a hacer, le voy a poner tiempo y dedicación... es casi una vocación! (debería poner un consultorio para visibilizar putos! jaja... "Puto, traumado... REBÉLESE!")
Hablando de canciones, te dejo una letrita que viene bien tener presente en estos momentos:

"Desde mi libertad
soy fuerte porque soy volcán
nunca me enseñaron a volar
pero el vuelo debo alzar"

Ale: Gracias por pasar nuevamente y me alegro que te haya gustado tanto!... A mí me gusta tu blog ochentoso también, lo puedo linkear??
Las palabras si que son bien importantes... es nuestra forma de apropiarnos del mundo, al nombrarlo, a concebirlo, al pensarlo. Los hombres no hicimos hasta ahora más que significar (o poner palabras) a lo que hacen los animales, eso hace que todo lo que en ellos es natural, en nosotros sea cultural. También nos pusieron los silencios.... “Nos queman las palabras, nos silencian y la voz de la gente se oirá siempre” Así que contra ellos habrá que arremeter... las iglesias, principalmente...
Gracias por comunicarte, por disponer tus palabras

Besos a l@s dos!!!

Chris

Dani Munitz dijo...

Chris... después de leer este texto sólo puedo decir que me siento ORGULLOSO de ser parte de tu vida y de que vos seas parte de la mía. Cuánto contiene el orgullo! Cuanto ME contiene TU orgullo!
Desde aquellas épocas en las que me daba miedo lo público, la apertura, la exhibición, hasta hoy, que lo disfruto con toda mi identidad, han transcurrido muchas cosas. Y gran parte de ellas sólo pudieron gestarse gracias a tu amor, a tu fuerza, a tu hombro, a tu abrazo, a tu empuje.
Gracias entonces, porque la experiencia más clara y concreta que viví (respondiendo a tu pregunta) fue la de visibilizarme gracias a tu ayuda.
Por eso, y por muchas otras cosas más, es que te quiero tanto.
Tu presencia me significa.

Gracias

Unknown dijo...

Hola amigo!Ayer vi por tercera vez una pelicula que se llama "Lo que queda del dia",el protagonista durante toda su vida no logra poner en palabras sus emociones,la muerte de su padre,el amor de una mujer,su dignidad pisoteada por una clase pudiente, nada absolutamente nada podia poner en palabras,todo moria adentro suyo, absolutamente todo termina perdiendolo...Es terrible estar vacio de palabras.
Muchas veces tu discurso ha significdo resignificar estados internos mios. Y si, es cierto que con palabras vamos desnundandonos ante el mundo y ante nosotros mismos,es necesario y hasta imprescindible hacerlo.Para mi las palabras son puentes,siempre en algun lado te ubican y no decirlas tambien nos dejan en algun lugar. Distancias, conflictos,reencuentros,comienzos y finales. Cuanto poder tiene la palabra.Gracias por tantos puentes...Te quiero Andre

Christian dijo...

Dani!... antes que nada, tu presencia también me significa, me resignifica...
No olvides que yo venía con una impronta puanesca izquierdosa león gieco medio pesada y vos me introdujiste en el universo pimpinélico, valeria lýnchico, que ahora tanto me gusta...
Es que es así... hemos andado caminos... todavía recuerdo las viejas épocas... las noches de salir a buscar putos, a descubrir lugares... y lo mejor es que hay mucho más para adelante...
Te acordás nuestra primera marcha?? la charla al fono con la Zule... :)
Te quiero, lindo!

Amiga Andre: Por empezar gracias por postear, sé que no sos una cibernauta, con lo cual, doble esfuerzo!
Como decís es terrible estar vacío de palabras, el mundo te pasa por delante sin poder tomar nada de lo que pasa...
pero también es terrible que las palabras sean el mundo, que todo pase por la palabra, que no deje espacio para otras cosas... sí, somos carne y ése es el límite de la palabra...
ya que andamos de puentes, te vuelvo a escribir la frase que te escribí en tu primera tarjeta de cumple:

"Por el puente invisible
para los demás
navega, vela al viento
nuestra libertad..."

Te quiero mucho, gracias por darme familia

Besos a l@s dos!!

Unknown dijo...

Chrispi,

Me fascinó lo que transmitiste con l@s “palabras… palabras…” al punto tal que decidí debutar una vez más, ¡y encima en el “espacio virtual”!
Bo! Digo “espacio virtual” e inevitablemente lo relaciono con lo que tus palabras dispararon en mí: tenemos la malograda costumbre de pensar en términos opuestos y dicotómicos (espacio-virtualidad; cultura-naturaleza; emociones-pensamientos-cuerpo; palabra-silencio; amor-odio; cielo-infierno; y un “etc.” que tiende al infinito), concibiendo “el versus” como única posibilidad de nexo… está en cada un@ de nosotr@s malograr esas disociaciones, tod@s jugamos bajo las mismas reglas: tenemos sólo una vida para vivenciar íntegramente la realidad y nuestra singularidad.
Ja, me salió re “Claret’s sermon”. ¡O peor aún: como un capítulo de Bucay! (Disculpen quienes se ofendan por mis pensamientos ideológicos… pero no puedo dejar de expresarlos: son parte mía… Definitivamente tienen peso las palabras, pero cada un@ de nosotr@s somos quienes lo definen, ¿no?)
En una sola cosa de tu texto, disiento: en vez de literatura, yo pondría el arte…
Y a propósito de arte, quiero regalarte una imagen para tu/s “Pasajes de ida” (aviso: es casi seguro que el autor sea Marian, así que los laureles son para él; yo sólo decidí compartirla con vos: después chequeá tu correo).
Pero antes de despedirme, quiero que sepas que tu/s “palabras… palabras…” me hicieron recordarnos con algunos años menos, en la Plaza de Córdoba y Jean Jaures, durante una madrugada en la cual un muchacho te zarandeaba el culis haciéndose el que caminaba. ¡¿Te acordás?! … Es cierto, te acompañé en tu “coming out” y aunque no sé si te habré ayudado, sí puedo decir que me siento feliz y agradecida de que continuemos compartiendo momentos que nos sirven para de-construir nuestra subjetividad, siendo el guión una conjunción… En otras palabras: ¡TE QUIERO, CHISPI!
Bueno, así llegué al final de mi relato…
Ya acabé. Jajaja.
Besos

Christian dijo...

Puchi!

Que bueno que debutaste por estos lares! Bienvenida!
Me alegro que el texto te haya gustado tanto... La verdad que medio como que necesité parirlo este, fueron dos semanas de contracciones pero salió!
Es cierto que pensamos en términos dicotómicos, pero bueno, como vos decís el "Claret's sermon" es el culpable!! vos ya tenés tres claretianos en tu haber así que nos conocés bien de cerquita! Esto de pensar todo en términos de bien o mal, de blanco o negro... es tan difícil ver los colores! pero en eso andamos, tratando de encontrar los términos medios, mas no las medias tintas!
Recuerdo esa noche en la plaza, estábamos con Rivoira... No sabía qué hacer yo... la realidad es que creo que no aprendí demasiado! jaja ahora tampoco sabría qué hacer...
Tené por seguro que me diste una gran mano, como todos los que sin juzgarme me abrieron espacio para buscar y encontrar lo que necesitaba... Además durante nuestras borracheras en la plaza del Palacio Pizzurno también fuimos tirando etiquetas, normas, presiones y sí, también fuimos felices! como lo somos ahora, pero con unos cuantos años menos!

Te quiero Puchi, mucho!

Besos

Chris