martes, 18 de septiembre de 2007

Me enseñaron todo mal


Normalizar es una palabra complicada. Toda norma es cultural, claro está, por lo tanto podemos, ya mismo, despejar la dimensión de lo natural en esta discusión. Nada en la vida del hombre es natural, ya que somos seres CULTURALES y estamos absolutamente atravesados por la palabra.
Si tomamos norma como cultura, entonces estamos pensando una forma de cultura como superior a otra. Hay una pauta cultural que tiene que someterse a una pauta hegemónica. La manera de legitimar la pauta es naturalizarla, despojarla de su dimensión cultural y hacer que se la vea como natural, ahistórica y, por ende, no cuestionable, ni modificable. Este trabajito de hormiga, claramente, es encarado por la institución más fascista de todas, la iglesia con la ayuda de los milicos, el estado, la escuela, la familia y demás.
El hecho gay lésbico trans no debería "normalizarse" más bien debería tomarse como una pauta cultural más en un entramado de sentires y cosmovisiones humanas. Julia Zenko cantaba una canción que decía "Para parecer normal yo debía ser igual a los que me han enseñado todo mal". Es así!
La cuestión gay lésbico trans tiene su identidad y su especifidad cultural, que deben ser respetadas como tales. No tenemos por qué sujetarnos a las normas imperantes por la sociedad heterosexista. Aún más, los mismos heterosexuales están sujetos y no son libres de ser y elegir. Acaso un hombre heterosexual que no se proclame como el “semental cabrío- macho de américa” es aplaudido?? Acaso una mujer hétero puede pasearse de cama en cama, con cuanto chongo se le cruce, sin que le digan por lo menos puta?
La violencia es cultural y se materializa muchas veces en lo físico (pregunten a las travas si no es así). Las desimetrías en las relaciones de poder exigen un cambio histórico y cultural que nos va a llevar siglos de laburo arduo a tod@s.
El otro día mi hermano estudiaba el nazismo y mi viejo decía que el genocidio mayor de la historia no había sido el holocausto de la segunda guerra, sino que la matanza de todo un continente de pueblos aborígenes en América había sido mayor en número y consecuencias culturales. Concuerdo con eso (sin quitarle peso y gravedad al holocausto, claro). Mientras mi viejo hablaba me quedé pensando que pasa con el holocausto gay, el holocausto travesti. Cúantas travas murieron por razones similares a las que generaron el exterminio de la segunda guerra?? Cuántas siguen muriendo?? Sumemos las que se van a diario por todo el mundo… No quiero ni pensarlo… Y si a ese número le sumamos otro tanto por gays, lesbianas y demás sexualidades e identidades de género disidentes, estamos frente al holocausto del que nunca se habla.
La héteronorma (obligatoriedad de ser hétero de una determinada manera) es un dispositivo que moldea nuestro deseo y lo transforma en un ciclo pautado. Cuando iba a la escuela de curas me plantearon dos caminos posibles en la vida, en la sucesión de sacramentos: Matrimonio u orden sagrado. Ni lo uno, ni lo otro. Disidencia. Elección. Voluntad y, sobre todo, espacio para el deseo de buscar y también de encontrar y también de perderme.
Creo que la única posibilidad que tenemos ser “normales” es siguiendo la propia norma, la que necesitamos, la que construimos, la que podemos también deconstruir cuantas veces queramos, la que nos dignifica y también la que nos establece y nos posiciona (hasta nuevo aviso).

lunes, 17 de septiembre de 2007

Flores silvestres


El miércoles pasado fui al Ateneo a ver un recital de Jorge Fandermole y el Coqui Ortiz dentro del ciclo “Todos estos años de gente” que organizó Liliana Herrero. Al Fander lo venía escuchando desde hace tiempo, en voces de otros intérpretes y también me había asomado un poco a su discografía. Al Coqui, directamente, no lo conocía.
El recital me gustó mucho. Música litoraleña de la mejor. Folklore actual, cada uno con repertorio propio. Estuvo bueno para dejar descansar los clásicos por un rato y adentrarse a explorar nuevas voces y sonidos.
En un momento del recital, el Coqui Ortiz dedicó un tema a todos esos músicos que surgen en las márgenes del río, que surgen como escondidos en los pueblos, que son portadores de tradición, de cultura popular, de voz colectiva. Son esos músicos a los que te tenés que acercar para escucharlos, porque no graban, porque no son considerados profesionales, porque simplemente tocan y cantan por amor al arte, por idiosincrasia, por verdadero placer. En una metáfora que me pareció maravillosa, el Coqui los comparó con flores silvestres, aquellas con bellezas tan profundas que los hombres a veces no saben verlas. Aquellas flores que surgen espontáneamente como regalos de la tierra. Aquellas que por no estar dispuestas en frondosos ramos nadie se detiene a percibir como bellas.
Recordé una canción de Joni Mitchell que señaló Silvina Garré en una reseña para Página 12. La canción se llama “For free” y habla de un músico callejero, que por ser callejero, no salir en televisión y regalar su arte gratuitamente, nadie se detiene a mirarlo, a escucharlo, a apreciarlo por más maravillosa que sea su música. En este caso el objetivo de hacer música, es únicamente la MÚSICA! Consistencia genuina, arte puro, valor y saber populares.
Me pongo a pensar ahora cuántas veces nos quedamos sordos y mudos frente a la belleza que se nos regala (incluso la propia). Cuánto de sensibilidad nos queda para encontrar flores silvestres? Cuánta ductilidad tenemos para sabernos florecer por los rincones?

Flor silvestre
(Coqui Ortiz)

Allí donde muere el día
donde la selva tiñe las aguas
oí cantar mis latidos,
anocheciendo junto a las ranas.
Después me bebí de un sorbo
la noche azul tan profunda y calma

Rasguidos chamameceros
de tanto en tanto se me insinuaban
a trote lento en el viento
venían voces de madrugada
y en dos hileras de estrellas
dejó en el cielo toda su magia.

Allí es donde nace el canto
litoraleño de pura raza
sintiendo el aire pesado,
húmedo y fresco que apenas pasa
una plantita silvestre
de tan pequeña, tan olvidada.

Rasguidos chamameceros
de tanto en tanto se me insinuaban
a trote lento en el viento
venían voces de madrugada
y en dos hileras de estrellas
dejó en el cielo toda su magia.

Allí es donde nace el canto
litoraleño de pura raza
sintiendo el aire pesado,
húmedo y fresco que apenas pasa
una plantita silvestre de tan pequeña, tan olvidada.

viernes, 14 de septiembre de 2007

Sandra y Celeste en vivo

Vamos con el segundo disco para compartir. Éste, más que un disco, digamos que es un acto de justicia. Sandra y Celeste dieron mucho, brillaron! pero hubo algo que nos faltó… un disco en vivo! Algún registro que nos permitiera apreciar cómo armaban sus recitales, sobre todo a los que no llegamos a verlas.
Ellas con el tiempo se están volviendo míticas (y más locas), como todo aquello que pasa y sabe guardarse en el tiempo. La no reunión (que en el fondo la sigo anhelando), el hecho de que nunca más se las viera juntas hace que hayan quedado en los 80, pero no estancadas, más bien atesoradas por una época que las vio florecer y que ahora las regala como una de esas cosas que antes pasaban y que lamentablemente ya no pasan tan seguido.
Para mí, Sandra y Celeste fueron muchas cosas. Primero dos cantantes brillantes, dos voces potentes, expresivas, creativas, sutiles. También fueron una forma de amor, de amor entre mujeres, de amor entre hombres, de amor humano, de amor hecho canciones. El tema “Te quiero” fue transformado por ellas en uno de los himnos gay más emblemáticos de nuestra música, ahora es una canción militante y con efecto multiplicador... Seguimos siendo mucho más que dos!!
Sandra y Celeste también fueron rebeldía (a pesar de que Sandra después haya dicho que todo pasó a pesar de ella…). La tapa de “Mujer contra mujer” (que conocí en el 2001) fue mucho más de lo que me hubiera imaginado, fue un gesto político, un gesto estético, una belleza y también, por sobre todo, un atrevimiento… uno de esos atrevimientos que nos liberan, de los que no se vuelve. A partir de ese momento toda nuestra sociedad pacata se tuvo que hacer cargo de un imaginario lésbico que se tornaba contundente, aunque se venía forjando desde “Soy lo que soy” y desde la miopía del gordito de gafas en “Puerto Pollensa”…
Sé que nunca las voy a ver juntas en un escenario (juro que sería capaz de irme con la carpa, el mate, las maricas y las tortas a hacer cola de varios días… sí, son como mi Sabina)… Así que me conformo con escucharlas, con saberlas mías porque cuando estuve sólo y necesité referentes que me brinden un lenguaje estuvieron ellas. También porque la primera Marcha del Orgullo que yo fui y escuché “Soy lo que soy” no me daban las patas, las manos y el cuerpo para liberar todo lo que sentía por la letra de esa canción!
Sandra y Celeste también dijeron por mí. Me dieron lenguaje y militancia, me mostraron que las canciones simples también son bellas y que no sólo la poesía a lo Silvio Rodríguez puede decir cosas profundas.
Para compartir con todos, un disco doble con un recital de Sandra y Celeste de 1987, en algún lugar que desconozco… Es la primera vez que estos audios navegan por la web porque me los pasaron hace un tiempo y nunca los había compartido en ningún programa de descarga… así que ESTRENO ABSOLUTO. El audio es EXCELENTE!! Les prometo que éste bien pudiera ser el disco en vivo que nunca sacaron!!
Que lo disfruten y comenten si les gustó el disco o que sienten ustedes en torno a ellas…


Disco 1 - Temas:

01) Intro (instrumental)
02) Porque cantamos (Sandra y Celeste)
03) Poner el cuerpo (Celeste)
04) Poner el cuerpo (Sandra)
05) Ahora estoy en libertad (Sandra y Celeste)
06) Mil veces lloro (Sandra)
07) Ahora tengo que pensar un poco en mí (Sandra)
08) Querido Coronel Pringles (Celeste)
09) El oso (Celeste)
10) Una canción diferente (Sandra y Celeste)
11) El dueño del cielo azul (Sandra y Celeste)
12) Que suerte que viniste (Celeste)

Bajar Disco 1

Disco 2 – Temas:

01) Sabemos que vuelvo pronto (Celeste)
02) En el medio de la nada (Sandra)
03) Cuatro estrofas (Sandra)
04) Todo me recuerda a ti (Sandra)
05) Paraíso 29 (Sandra)
06) Instrumental
07) Te quiero (Sandra y Celeste)
08) No me voy a olvidar (Sandra y Celeste)
09) Soy lo que soy (Sandra)
10) Me vuelvo cada día más loca (Celeste)
11) Es la vida que me alcanza (Sandra y Celeste)
12) Mi voz renacerá (Sandra y Celeste)

jueves, 6 de septiembre de 2007

Palabras... palabras... palabras...


No, no soy Silvana Di Lorenzo… nos une ser rubias, pero espero que nada más (conmigo nunca se sabe)… Sin embargo hoy todo el día me acordé de ella. Es que tuve un día extraño, de esos que yo defino como de nubosidad variable. Todo el día pensando en las palabras. Qué pasa cuando las palabras van más allá de lo que necesita decirse? Qué pasa cuando, a falta de silencio, no podemos escucharnos (ni a nosotros ni al resto)? Las palabras pueden invadirlo todo. Las palabras nos convierten en seres culturales, sí… nos diferencian del reino animal, pero hasta dónde llega el simbolismo? Qué pasa cuando la cultura excede la sensibilidad? Qué pasa cuando el cuerpo queda atrás? El músculo, la carne siempre por detrás de la palabra que, ordenando los pensamientos, aboca todo al costado más racional de cada uno… atrás quedan los sentidos.
Imagínense si no existieran los silencios?? No habría música, no habría comunicación alguna.
El pez por la boca muere suele decirse… y claro! El pez se la escribe y se la vende en esos casos y queda preso de sus propias palabras.
El peso de las palabras es fundamental, ya lo sabemos, sin palabras no pensamos, pero sin embargo también las palabras pueden alivianarnos tanto cuando son bien utilizadas, cuando están bien ubicadas. A veces una palabra bien dicha nos da la definición, el concepto que necesitamos para poder transformar nuestra realidad desde el momento en que podemos asequirla.
La literatura es ese espacio, el que permite poner en jaque al lenguaje, el que lo desnuda, lo devela, lo revela, lo corre, le patea el culo hasta que la realidad es otra. Desnudarnos de todo eso es complejo. Años y años de terapia para hacer malabares con las palabras, para descartar las que no sirven y quedarnos con las que nos abren puertas.
Hace varios años ya dije esas palabras que conferían peso real a lo que todos ya sabían. “Mamá, papá, soy puto”… esas dos palabras cambiaron mi vida, me dieron la definición y el posicionamiento necesarios para construir desde algún lugar y rompieron con toda una tradición de silencios que viene de tantos lugares (estado, iglesia, escuela, familia y demás instituciones poco deseables). Desde ahí asumí también la responsabilidad de poner mis palabras al servicio de quien necesitara que lo ayuden a asumirse, de quien necesite alguien que lo contenga para poder decir lo indecible, lo nefando, lo prohibido.
Hoy me ocurrió algo muy grato, hablando de esto, que me dio algunas respuestas que necesitaba. Entró al chat un amigo con quien hacía un tiempo que no hablaba. Él vivía tapado, ni sus amigos, ni su familia, ni nadie que no sea del ambiente sabía de su putez. Horas me pasé machacándole que uno no puede ser uno si los demás no lo conocen, marcando la importancia de poner las cosas en palabras. En ese caso implican la posibilidad concretar de visibilizar, de circular, de existir.
Hoy mi amigo me contó que habló con sus amigos, que capitalizó un espacio a partir de sus palabras y que, además, fue a bailar con ellos a un boliche gay. Me puse muy feliz, algo de las palabras como posibilidad ocurrió ahí y contrapesó todas las reflexiones del resto del día.
Que manera de filosofar! es que el tema es largo y complejo y filosofar me gusta, me encanta... por suerte el blog es un lugar donde las palabras tienen un sentido, tienen un espacio…
Cómo se llevan ustedes con las palabras??? Vivieron la experiencia de ayudar a visibilizarse a alguien??

jueves, 30 de agosto de 2007

Pongan huevo que ganamos!


Los que venimos de familias machistas y patriarcales con ideas de antaño (y no tan de antaño) sabemos en carne propia que el fútbol siempre fue un elemento para medir nuestra virilidad. Mi familia, machista si las hay, es un fiel ejemplo de esto que estoy diciendo. La mesa se distribuye por género y así se administra la conversación. Los hombres en una punta analizando el penal de Suecia en el segundo tiempo del mundial del 34 contra algún país del África. En la otra punta, las mujeres hablando de los precios de Coto y esas cosas que aprendieron que tienen asignadas. Yo, en el medio sin tener nunca en claro hacia adónde sentarme.
Es increíble como el fútbol permite que salgan afuera todas las cosas que hoy por hoy que somos tan progres, a fuerza de año 2000, serían políticamente incorrectas. Los descalificativos “negro”, “puto” y demás están a la orden del día y con total legitimidad. Testosterona or not testosterona, that is the question… La cosa se trata de poner huevos, de tener huevos y de hacer gala de ellos (ojalá fuera mostrándolos!). Ese es el quid de la cuestión y por eso es que se mide la portación de testosterona de calidad según el rendimiento futbolístico de la persona. Ni hablar, en este sentido, de la vez que en un torneo intercolegial al que me obligaron a jugar, claro, estaba sólo frente al arco y un contrario pateó con toda su furia y la pelota se me venía encima, directo a mi cabeza… era mi cabeza o gol!.... me agaché!! Jajaja… imaginénse que mi testosterona descendió inescrupulosamente ese día! Creo que sin saberlo me recibí de mariquita en el Club Comunicaciones (dónde más!! Si crecí ahí adentro y cuanto de testosterona familiar ahí!!).
En mi caso el contacto con el fútbol ya es casi un destino, por más que quiera zafar, no hay forma… siempre hay fútbol por los rincones de la casa y las reuniones familiares se sostienen a partir de ahí.
Tuve que resignificarlo, hacer algo con él para poder bancármelo, es difícil… siempre hay algo de la violencia que me queda rebotando… Pocas veces sentí tanta alegría como la última clase de gimnasia de quinto año en que supe que fue mi último partido de fútbol!!!
La forma de poner mi mirada del fútbol, entonces, va en ese collage donde se juega mi concepto de la chonguez tal como me gusta verla.
A jugar un picadito mixto de tortas y putos! Eso sí!... que las tortas no peguen, por favor! Yo por las dudas me pongo unas canilleras vio? (jaja me imaginé con canilleras y botines… eso sí que sería travestirme)… En fin… se las dejo picando… y los invito a exorcizar sus experiencias con el fútbol…

miércoles, 29 de agosto de 2007

Leda y María - Entre valles y quebradas II


Con este posteo inauguro en el blog una sección que va a despuntar uno de mis mayores vicios: regalar y difundir la música. Cuando me encuentro con algún disco o artista que me guste mucho, suelen agarrarme unas ganas irrefrenables de que todo el mundo lo escuche y sienta eso que yo siento al escucharlo. Por este medio voy a intentar que algo de eso pase, más allá de las diferencias de ritmos, tiempos y momentos de cada uno para la música.
La idea es compartir discos, comentarlos entre todos. Esta no es una idea novedosa, hay muchos blogs que se dedican exclusivamente a esto. En este caso la diferencia es que ésta será sólo una sección del blog, una manera más de comunicarnos. Recomiendo altísimamente el blog
Aguante la cofradía
ya que es el blog pionero en esto de compartir los discos y uno de los más completos, sin dudas!
Voy a centrarme específicamente en aquellos discos que sean difíciles de conseguir por estar fuera de catálogo o por no haber sido editados en cd directamente. No tengo intención de quitarle el trabajo a nadie, ni de promover que los artistas no puedan grabar sus nuevos materiales porque no venden. Simplemente pretendo que aquello que ya grabaron siga siendo escuchado, pues para eso está.
Yo pienso que la música es parte del patrimonio cultural de un pueblo, de una sociedad. Como tal la música es identitaria en tanto nos define como lo que somos. Es así que los pueblos resisten y se proclaman cantando. Me parece atroz que la música (así como los libros y demás manifestaciones de la cultura) estén sujetas a las leyes del mercado sin que se asegure la permanencia de aquello que la gente asume como propio. Me violenta que el acceso a la cultura sea tan pero tan complicado, que para conseguir un disco o un libro haya que caminar sin rumbo, indefinidamente para ver si por casualidad aparece.
Como dice Teresa Parodi: “Nos han robado hasta la primavera, pero no pueden con nuestra canción” y desde acá también vamos a hacer fuerza en ese sentido.
El primer disco que quiero compartir se llama Entre valles y quebradas II, es de 1957 y lo grabaron Leda Valladares y María Elena Walsh cuando conformaban el dúo “Leda y María”.
Comparto este disco por varias razones. En primer lugar porque las voces e interpretaciones de estas dos mujeres me parecen sinceramente de LUJO, brillantes, impecables. Leda Valladares, con gran autoridad interpreta folklore del norte argentino y canto con caja. María Elena Walsh, con su particular timbre de voz, agrega matices, color y textura a las canciones logrando arreglos de voces que son geniales.
Las canciones además, son clásicas, muchas de ellas anónimas y pertenecen al acervo cultural del pueblo que, en principio ellas dos y luego Leda en solitario, se dedicaron a rescatar y registrar.
Si tuviera que destacar algunas canciones en particular, sólo por gusto personal mencionaría “Vidalita”, “La artillera” (esta canción es muy intensa en letra, música e interpretación) o "El pajarillo".
Espero que disfruten de este disco tanto como lo hago yo y pronto compartiremos más música.

Temas:

01 – Tonada de La Quiaca (tonada) (erquencho por Rodrigo Montero)
02 – El paisanito (canción tucumana)
03 – Naranja de Orán (baguala salteña)
04 – Bailecito de Manzanares (tema popular de Jujuy)
05 – La palomita (vidala riojana)
06 – La artillera (zamba popular)
07 – Mi fortuna (vidala riojana)
08 – Huachi torito (villancico riojano)
09 – Vidalita (motivo popular de La Pampa y el Litoral)
10 – El pajarillo (cueca norteña) (quena por Rodrigo Montero)
11 – Pobre mi negra (vidala santiagueña)
12 – Una canastita (carnavalito de la Quebrada de Humahuaca)

Aclaración: Enmendé el título del post y el link ya que el disco si bien es "Entre valles y quebradas" no es el volumen I (como había publicado en un principio), sino el volumen II.
Por diferencias de ediciones entre el vinilo y el cd me confundí y lo postée equivocadamente. Pido a todos los que lo hayan bajado que por favor enmienden el error para que éste no siga propagándose. Los que lo bajen de ahora en más recibirán la información acorde al contenido que están descargando.
Disculpen por la errata, pero a veces sucede.

lunes, 27 de agosto de 2007

Vinitos guitarreados


Las últimas semanas estuvieron plagadas de “vinitos guitarreados en un remanso de amigos”. Hacía mucho tiempo que no cantaba tantas horas seguidas. Carpetas enteras de cancioneros transitadas hoja por hoja. Las noches en La Peña del Colorado han sido una buena excusa para sacar a relucir el costado telúrico y para cantar entre todos, con el aporte de todos. Una de las noches de Peña, charlando con Adrián, copa va, copa viene, nos colgamos mirando a un guitarrero que, tan feliz como circunspecto, tocaba la viola para todo un salón lleno de gente. La imagen de repente nos tomó por asalto a los dos. Nos miramos como saliendo de la escena para ver la fotografía. Un festín de gente cantaba. El buen hombre nucleaba el festejo con sus acordes. Adrián, siempre sesudo, me dice “Pensar que éste debe ser uno de los momentos más felices de su vida”. Lo miré, hice silencio, contemplé la escena nuevamente, nos contemplé en la escena y le respondí: “Acaso viviste momentos mucho más felices que éste?? No sos feliz así?” Asintió con una leve sonrisa y seguimos cantando con todos.
Colgado con esa escena en la semana, y por las sucesivas situaciones de canto colectivo, me puse a pensar que toda la vida fueron parte de los momentos más felices. Quise teorizar los motivos y lo único que se me ocurrió es que el canto colectivo es una forma de movilizar nuestra memoria, de poner de manifiesto lo aprehendido a través de los textos y las melodías. Todo esto con el efecto multiplicador de estar rodeado de gente que atraviesa el mismo trance. Es como si tuviera una suerte de efecto dado por las energías que se suman. Se me plantea acá una palabra que nos ha robado el catolicismo para invadirnos el cuerpo, pero que en su esencia es una palabra liberadora: Comunión. Esa es la definición más cercana, comunidad, elementos en común, no borrando lo que cada uno es, sino partiendo de allí... Que felicidad la de cantar así… Gracias a todos mis compañeros de música de estos últimos días, prometo insistir para que todo esté dispuesto para seguir!

“Y traigo mil canciones
como leñita seca
recuerdo de fogones
que invitan a matear…”